El sueco Ruben Östlund ganó la Palma de Oro en el 75 Festival de Cine Cannes 2022, con el largometraje Triangle of Sadness (2022), luego de que cinco años atrás, en la edición 70 del más importante festival de cine del mundo, se llevara el premio con la corrosiva The Square (2017), que jaqueó inmisericordemente el mundo de las artes visuales.
Su nueva película remonta nuevamente los senderos ácidos de la sátira, pero esta vez arremetió con mayores bríos contra las clases altas de la sociedad en un relato protagonizado por una pareja de influencers, Yaya (Charlbi Dean Kriek) y Carl (Harris Dickinson), quienes viajan de paseo en un crucero de lujo, y el capitán de la nave (Woody Harrelson).
Los tres personajes acaban naufragando y se refugian en una isla desierta con un grupo de multimillonarios. Incapaces de sobrevivir por sus propias manos, dependerán de la empleada de limpieza, cuyo conocimiento de los rudimentos de la pesca reestructuran drásticamente todas las jerarquías sociales posibles.

Östlund comentó en dos entrevistas con el medio Cineuropa que Triangle of Sadness «se inspira en las teorías marxistas que dicen que nuestra posición en la jerarquía financiera cambia nuestro comportamiento» y que puede considerarse «la tercera de una trilogía sobre lo que significa ser un hombre en esta época, algo que impregna Force Majeure (2014) y The Square. Tenemos a tres personajes masculinos, cada uno luchando con la imagen de la masculinidad. He tratado a estos personajes con gran entusiasmo, sobre todo porque puedo basarme en mis propias experiencias. El hombre moderno ha sido analizado y diseccionado recientemente, en toda su extrañeza». Aunque reconoció que esta no es una trilogía planeada, le gusta «el hecho de que se haya convertido en una, y que cada película arroje más luz sobre las otras dos».
La crítica especializada ha calificado Triangle of Sadness de «comedia salvaje» y «acto gozosamente sacrílego», que fue premiado por un jurado listo para asumir los riesgos que implican premiar una cinta que florece en los territorios fértiles de la comedia. Elsa Fernández-Santos, del diario El País, la resume como «una mordaz sátira sobre el culto al dinero y el naufragio del insostenible sistema de clases del mundo actual. Con sobrada inteligencia y gracia, Östlund se atreve a chapotear en todo tipo de charcos».
Luis Martínez escribió para El Mundo que la película, «más que simplemente reírse, hace sangre sobre todo lo que Cannes significa. Si aceptamos el folclor de la alfombra roja como la más espectacular escenificación de asuntos tales como la vanidad, la desigualdad y la más elemental hipocresía, ahí está una película con Palma de Oro que hace presa en cada uno de estos argumentos».

Östlund suma su nombre a una élite de dobles ganadores de la Palma de Oro, integrada por el sueco Alf Sjöberg, el japonés Shohei Imamura, el estadounidense Francis Ford Coppola, el austriaco Michael Haneke, los belgas Jean-Pierre y Luc Dardenne, el serbio Emir Kusturika, el británico Ken Loach y el danés Bille August.
Por primera vez, la directora francesa Claire Denis triunfa en Cannes, tras varias nominaciones previas nunca concretadas en galardones. La directora de Beau travail y Trouble Every Day mereció con Stars at Noon (2022) el Gran Premio del Jurado ex aequo con la cinta Close, segunda del joven director belga Lukas Dhont, quien lleva «de dos, dos» en Cannes, pues en la 71 edición obtuvo la Cámara de Oro y el premio de la FIPRESCI en la sección Un Certain Regard por su ópera prima, Girl (2018).
Aunque la Denis bien merece más premios cinematográficos que los que ha ganado —aunque posee hace tiempo el mayor lauro: su huella imborrable de la historia del cine—, el obtenido con Stars at Noon ha torcido más de una boca y despertado no pocas suspicacias, pues es casi consenso general que no es por mucho su mejor película. Carlos F. Heredero escribió en la revista especializada Caimán Cuadernos de Cine que la cinta «naufraga estrepitosamente, además, por la torpeza del relato, por su estilo desgarbado, por la banalidad de su planificación, por su falta de brújula, por sus incoherencias y por inanidad».

Basada en la novela homónima del escritor Denis Johnson, fallecido hace pocos años, la película sigue el romance peligroso entre una periodista estadounidense, interpretada por una muy alabada Margaret Qualley, y un viajero inglés que encarna Joe Alwyn, quienes se encuentra en Nicaragua durante un turbulento período electoral.
Considerada por muchos como una de las grandes revelaciones de esta edición de Cannes, sobrepoblada por «pesos pesados» de la contemporaneidad fílmica global, Close está coescrita entre Angelo Tijssens y el propio Dhont, y despliega la historia de afectos y descubrimientos entre los adolescentes Léo (Eden Dambrine) y Rémi (Gustav de Waele), ambos de trece años de edad, que intiman desde la pureza del cariño y el amor emergente durante una época veraniega que les pertenece por las posibilidades de privacidad. El arribo del curso escolar los obliga a socializar, y su relación es colocada bajo la lupa social.
Close se centra entonces «en cómo esta relación se empieza a enredar a partir del reconocimiento —ajeno primero y personal luego— de que otra cosa parece surgir entre ellos. Curiosamente Léo, que parece tener menos prejuicios, es el que lucha contra sus propios deseos y empieza a tomar distancia de Rémi, a jugar al fútbol y al hockey con otros chicos, hasta a cambiar de postura física. Y Rémi no entiende por qué Léo se aleja de él y hasta lo rechaza. O quizás lo entiende, pero no se lleva muy bien con la idea de estar perdiendo a su íntimo amigo», escribe el crítico Diego Lerer en Micropsia.

La historia viene, según Dhont, de hace 31 años, «de lo más profundo», quien aseguró en una entrevista durante el festival que, cuando «era joven, por el miedo que tenía a esta cercanía, creo que alejé a muchos amigos. Si no hubiera hecho eso, tal vez todavía estarían en mi vida. Tal vez hubiéramos tenido amistades largas y sorprendentes. Es algo en lo que todavía pienso». «Tengo la sensación de que he estado esperando mucho tiempo para hacer esta película», confesó. «Yo era un chico que tenía la sensación de que realmente no pertenecía. Realmente no pertenecía al grupo de niñas en mi escuela y realmente no pertenecía al grupo de niños de mi escuela. Así que me desconecté de muchas maneras de las personas que me rodeaban».
El surcoreano Park Chan-wook, otro imprescindible del cine contemporáneo, vuelve a ser noticia en Cannes, luego de que en 2003 obtuviera el Gran Premio del Jurado con Oldboy, pues triunfó ahora en el apartado de mejor dirección con su más reciente largometraje, Decision to Leave (Heeojil gyeolsim), que se sumerge en las aguas del neo-noir y el thriller, con una historia protagonizada por el detective Hae-jun (Park Hae-il) y Seo-rae (Tang Wei), viuda del muerto cuyo posible asesinato Hae-jun va a investigar a las montañas donde vivía la pareja. Entre ambos personajes se desarrolla una oscura historia de amor que ha sido calificada de gran y equiparable tributo al cine de Alfred Hitchcock.
«La tensión y la intriga, las grandiosas confrontaciones emocionales, el ingenioso uso de la tecnología de los teléfonos móviles (que tan a menudo obstaculiza los thrillers modernos), los escenarios estilizados, incluida una fantástica persecución por las azoteas, y los giros argumentales deliciosamente manipuladores, son muy hitchcockianos en su camino. Pero el estilo no es el del pastiche, que es como suele surgir esa idea; este es el tipo de película hitchcockiana hecha por alguien que no necesariamente ha visto una película de Hitchcock antes», refiere Peter Bradshaw en The Guardian.
Premios del 75 Festival de Cine de Cannes
Palma de Oro: Triangle of Sadness, de Ruben Östlund
Gran Premio del Jurado (ex aequo): Close, de Lukas Dhont, y Stars at Noon, de Claire Denis
Premio Especial por el aniversario 75 de Cannes: Tori et Lokita, de Jean-Pierre y Luc Dardenne
Premio del Jurado (ex aequo): EO, de Jerzy Skolimowski, y The Eight Mountains, de Felix Van Groeningen y Charlotte Vandermeersch
Mejor director: Park Chan-wook, por Decision to Leave
Mejor guion: Tarik Saleh, por Boy from Heaven
Mejor actor: Song Kang-ho, por Broker, de Hirokazu Koreeda
Mejor actriz: Zahra Amir Ebrahimi, por Holy Spider de Ali Abbasi
Premio FIPRESCI: Leila’s Brothers, de Saeed Roustayi
Cámara de Oro: Gina Gammell y Riley Keough, por War Pony
Cámara de Oro, mención especial: Chie Hayakawa por Plan 75
Palma de Oro de cortometraje: The Water Murmurs (Hai Bian Sheng Qi Zuo Xuan Ya), de Jianying Chen
Palma de Oro de cortometraje, mención especial: Lori, de Abinash Bikram Shah
Premios Un Certain Regard
Mejor película: Les Pires, de Lise Akoka y Romane Gueret
Premio del jurado: Joyland, de Saim Sadiq
Mejor dirección: Alexandru Belc, por Metronom
Mejor guion: Maha Haj, por Mediterranean Fever
Mejor actor: Adam Bessa, por Harka de Lotfy Nathan
Mejor actriz: Vicky Krieps, por Corsage de Marie Kreutzer
Coup de Coeur del Jurado: Rodeo, de Lola Quivoron