Julio
Una de las películas más caras y ambiciosas realizadas en Cuba fue Cecilia, drama histórico de autor (con guion y dirección de Humberto Solás), exhibida en dos partes: la primera se estrenó el 1 de julio de 1982 y la segunda, el 8 de julio, aunque también se filmó simultáneamente como una serie de seis horas para la televisión española. Concebida desde un análisis social, histórico y psicológico, a contrapelo del estereotipo de la novela y la zarzuela sobre la mulata jovencita y pobre enamorada del blanco poderoso y frívolo, la película lleva el protagonismo de Daisy Granados, una actriz consagrada poco antes en Retrato de Teresa. Un complejo lenguaje de símbolos y alegorías, junto con cierta excesiva politización del discurso anticolonialista, derivó en la incomprensión de buena parte del público y de los críticos, hartos de filmes históricos cubanos sobre la esclavitud, y la repulsa insistió en las libertades que se tomó el director, en tanto trasladó el incesto entre hermanos de la canónica novela de Cirilo Villaverde a una enfermiza relación madre-hijo, y además la trama se insertaba en un subtexto que enfatizaba la transculturación y el sincretismo respecto al legado religioso africano, que prácticamente decidía el destino de los protagonistas. Cecilia siempre me pareció, desde que la vi en el cine Rialto en 1982, una película singular, excepcional en Cuba, a ratos bellísima, sobre todo gracias a la fotografía de Livio Delgado.
Considerado el primer largometraje realizado con la incorporación extensiva de imágenes creadas en computadora, Tron se estrenó en Norteamérica el 9 de julio, y reafirmó el nuevo auge del género de la ciencia ficción. Escrita y dirigida por Steven Lisberger, y protagonizada por Jeff Bridges, el filme narra las aventuras de un programador de computadoras que se introduce en los circuitos y allí encuentra que los programas tienen vida y personalidad propia, porque cada uno es representado por un personaje parecido a su creador. La película fue producida por los estudios Walt Disney Productions, y aunque inicialmente no tuvo éxito, se ha ganado el estatus de película de culto en tanto creó el nuevo subgénero de la realidad virtual dentro de la ciencia ficción. Tron inspiró numerosos videojuegos, e incluso Disneylandia desarrolló su propio túnel de supervelocidad como una de sus atracciones.

El 14 de julio se estrenó en el Reino Unido Pink Floyd – The Wall, musical roquero dirigido por Alan Parker y basado en el álbum homónimo. El guion fue escrito por el vocalista y bajista de Pink Floyd, Roger Waters, de modo que el argumento metafórico, surrealista, es conducido por la música del grupo. La voluntad experimental del filme se refuerza con la inclusión de quince minutos constituidos por elaboradas secuencias de animación creadas por el ilustrador Gerald Scarfe y por Roger Waters. Tales secuencias describen una pesadilla relacionada con los bombardeos alemanes en Inglaterra durante la Segunda Guerra Mundial. Pink, el protagonista, es una estrella de rock que encarna Bob Geldof, y el crítico norteamericano Roger Ebert lo consideró «no solo un narcisista mimado, sino una imagen real y sufriente de toda la desesperación de esta era nuclear». Pink Floyd – The Wall se considera, cuarenta años después de realizada, la más brillante fusión de sonido rock e imágenes distópicas o surrealistas.
Agosto
La prensa francesa y europea aplaudió a rabiar la interpretación de Gérard Depardieu en El regreso de Martin Guerre, filme histórico que se remite a la época de Francisco I, y habla sobre un soldado que usurpa la personalidad de un compañero de filas, muerto en combate. Y en medio de este éxito, en agosto, Depardieu viaja a Roma, exactamente a Cinecittà, para rodar La luna en la cuneta, de Jean-Jacques Beineix. 1982 fue un gran año para Depardieu, con el estreno no solo de El regreso de Martin Guerre, sino también de Danton, la lóbrega reflexión del polaco Andrzej Wajda sobre la Revolución francesa. El año siguiente continuó la estela de éxitos para Depardieu con el estreno de la exitosa comedia Les Compères, de Francis Veber, junto a Pierre Richard, y la ya mencionada La luna en la cuneta, donde lo acompaña la bellísima Nastassja Kinski. La actriz alemana constituye otra de las presencias indelebles del cine en el período 1982-1983 no solo por este filme francés, sino también por la alemana Sinfonía de primavera y las norteamericanas One from the heart y Cat People.
Nunca llegó en su momento a Cuba el cine de Peter Greenaway, sino mucho después. Su ópera prima, El contrato del dibujante, se estrenó en verano en el Reino Unido. Contaba con protagonismo de Anthony Higgins, Janet Suzman y Anne-Louise Lambert y banda sonora de Michael Nyman, quien se inspira en la música de Henry Purcell. La película fue producida por el British Film Institute en colaboración con Channel 4, y el director eligió el género de misterio criminal, al cual retornaría en varias de sus películas posteriores (El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante o The Pillow Book). Se ambientaba en la Inglaterra de 1694 para contar la historia de un joven pintor, contratado por una aristócrata para producir una serie de doce paisajes de su finca y darlos de regalo a su siempre ausente marido. La patrona y el artista tendrán varios encuentros sexuales, y la relación terminará en los peores términos.

Septiembre
El León de Oro del Festival de Venecia se otorga a El estado de las cosas, de Wim Wenders, que cuenta la historia de un rodaje mal avenido entre personajes errantes y melancólicos, el tipo psicológico que suele gustarle a Wenders. Además del triunfo en Berlín del filme polaco Pesadillas, de Wojciech Marczewski,el premio especial del jurado en Venecia es ganado por otro filme inclinado al llamado cine de la inquietud moral: Imperativo, producción alemana del polaco Krzysztof Zanussi, que alcanzó también una mención de la Oficina Católica Internacional del Cine (OCIC) y protagonizaron Robert Powell, Brigitte Fossey, Matthias Habich y Leslie Caron. Además de Imperativo, Zanussi realizó en este período la hermosa Constans (1980), que recibió el premio del jurado en Cannes, la producción francesa para televisión El contrato (1981) y el biópic titulado From a Far Country: Pope John Paul II (1981), sobre Karol Wojtyła en el complicado contexto de la historia contemporánea polaca.
El premio FIPRESCI del Festival de Venecia fue para el filme soviético Agonía, de Elem Klímov, realizado entre 1973 y 1975, y reconocido internacionalmente por su estilo barroco y la recreación no realista de los últimos días del zarismo, a partir del acercamiento a la figura de Rasputín. En el Festival de Venecia también participó, y alcanzó un premio colateral, Vida privada, de Yuli Raizman, nominada al Óscar como mejor filme extranjero, con una muy notable actuación de Mijail Uliánov, uno de los grandes actores soviéticos, muy reconocido por su participación en Los hermanos Karamazov (1969), Liberación (1969-1971), El tema, ganadora del Festival de Berlín en 1979, y Sin testigos (1983), de Nikita Mijalkov. En Cuba se exhibió la mayor parte de las películas mencionadas, pero 1982 fue ocasión para que fuéramos testigos de un cine soviético más dirigido al entretenimiento, como se percibe en el drama sobre la infancia Ustedes ni lo soñaron (Ilyaz Frez, 1981) y en la comedia romántica, con la presencia de la luminosa Liudmila Gurchenko, La amada del maquinista Gavrilov (Piotr Todorovski, 1981), elegida sorpresivamente entre las mejores películas exhibidas en Cuba en 1982.

El 26 de septiembre se estrenó en el Reino Unido Moonlighting, escrita y dirigida por el polaco errante Jerzy Skolimowski, quien describe aquí la vida de compatriotas suyos que viven como él exiliados en Londres. Algunos críticos la catalogaron como una de las mejores películas sobre el exilio que se habían hecho hasta este momento, y fue ganadora del premio al mejor guion en Cannes. Cuenta la historia de un electricista, Nowak (Jeremy Irons), que es el único de un grupo de obreros polacos que entiende inglés. Ellos trabajan ilegalmente, y Nowak los mantiene dentro de la casa que están reformando, mientras les consigue alimento y otros suministros. Entonces se enteran de las huelgas y manifestaciones en Polonia, de la ley marcial y la prohibición del Sindicato Solidaridad, y deciden retornar a casa, a un futuro incierto.
Octubre
El gran premio (Tanit de Oro) de la novena jornada cinematográfica de Cartago se atribuye a El viento, de Souleymane Cissé, cineasta maliense reconocido como uno de los más destacados de la primera generación de realizadores africanos, mientras que su filme Yeelen (La luz, 1987) es reconocido por algunos como el mejor producido en ese continente. Respecto a El viento, se cuenta una historia que simboliza la inconformidad de la juventud maliense contra el establishment, y encarna la línea de realismo social y la recuperación de las tradiciones ancestrales inherentes al cine norafricano. Tanto El viento como La luz se situaron entre las más importantes producciones africana junto con algunas películas producidas en los años sesenta y setenta como Oh, Sol (Med Hondo, 1967), La tierra (Youssef Chahine, 1969), La noche de contar estrellas (Shadi Abdel Salam, 1969), Touki Bouki (Djibril Diop Mambéty, 1973) y Crónica de los años de fuego (Mohamed Lakhdar-Hamina, 1975), entre otras.
El 22 de octubre se estrena, y dispone de inmediato éxito crítico y comercial, First Blood o Acorralado, o simplemente la primera parte de Rambo, película inaugural de una de las franquicias más exitosas en el cine de entretenimiento de esta época, a la que durante la década de los ochenta le siguieron Rambo II y Rambo III, también enormes éxitos en la taquilla. Pero entre las mejores actuaciones de Sylvester Stallone se cuenta la de First Blood, donde interpretó a un atormentado veterano de guerra llamado John Rambo, agredido por un abusivo jefe de policía pueblerino que lo empuja a desatar una ola de venganza. En 1982 también consiguió el éxito Rocky III, escrita, dirigida y protagonizada por Stallone y que le daba continuación a la búsqueda del sueño americano por parte de Rocky Balboa, un italo-estadounidense de clase baja que tiene talento para el boxeo y que tendrá la oportunidad única de combatir por el título de los pesos pesados. La primera película de Rocky era de 1976, y Rocky II salió a la pantalla tres años más tarde.

El 11 de octubre se estrenó en España el filme coral La colmena, dirigido por Mario Camus y escrito por José Luis Dibildos, a partir de la novela homónima de Camilo José Cela. Luego de varios meses de su paso por cartelera, el filme ganó el Oso de Oro en el Festival de Berlín de 1983 y abrió el camino para un período particularmente fértil en la filmografía de Camus, etapa inaugurada por la excelente serie televisiva Fortunata y Jacinta (1980) y continuada con los muy notables filmes Los santos inocentes (1984) y La casa de Bernarda Alba (1987). Una buena parte de los más reconocidos intérpretes españoles tenían pequeños papeles en la película (Victoria Abril, Ana Belén, José Sacristán, Charo López, José Bódalo, José Luis López Vázquez, Francisco Rabal, Antonio Resines y Emilio Gutiérrez Caba, entre otros), y con la participación especial del novelista Camilo José Cela, La colmena describe el período posterior a la guerra civil española y su impacto en numerosos personajes, todos ellos visitantes del café madrileño La Delicia. En 1982 se estrenó también en Cuba la valiosa Gary Cooper que estás en los cielos (Pilar Miró, 1980), protagonizada por Mercedes Sampietro, quien vendría a la isla veinticinco años después a rodar La edad de la peseta, dirigida por Pavel Giroud.
Noviembre
El 4 de noviembre se estrena en Cuba Alsino y el Cóndor, dirigida por Miguel Littín, y con guion coescrito por el cineasta con Tomás Pérez Turrent e Isadora Aguirre, a partir de la versión libre de la novela chilena Alsino, de Pedro Prado. Alsino, un niño de diez o doce años, vive con su abuela en una zona remota de Nicaragua, y su vida se ve envuelta en la guerra entre los rebeldes y las tropas gubernamentales, cuando un asesor militar estadounidense llega a su comunidad para abrir un campo de preparación. El Cóndor lo lleva en un vuelo en helicóptero, y aunque impresionado, Alsino dice: «Yo quiero volar, pero sin ayuda». Las crueldades de los soldados despiertan su simpatía hacia los rebeldes y luego se involucra totalmente en el conflicto. Protagonizada por Dean Stockwell, Alan Esquivel y Alejandro Parodi, esta coproducción entre Nicaragua, México, Cuba y Costa Rica se resuelve cual drama bélico, y durante su producción falleció el notable director de fotografía cubano Jorge Herrera debido a una hemorragia cerebral. El filme ganó el San Jorge de Oro en el Festival Internacional de Cine de Moscú en su 13 edición, en 1983, y fue nominada como mejor película extranjera al Óscar.
El 18 de noviembre Jean-Paul Belmondo publica en algunos órganos de prensa franceses una carta abierta dirigida a varios críticos que lo acusaron de bloquear en la taquilla el posible éxito de Une chambre en ville, ambicioso regreso de Jacques Demy al cine musical (veinte años después de Los paraguas de Cherburgo) con una trama de corte social ambientada en Nantes, en 1955. Dirigido por el comediógrafo Gérard Oury, As de ases, con Belmondo en el papel estelar, salió al mercado con 280 copias y alcanzó gran éxito gracias a una bien orquestada campaña mediática, mientras que el filme de Demy solo fue visto por unos cuantos miles de franceses, pero logró entusiasmar a ciertos críticos que acusaron a Belmondo de robarse el público potencial de una película seria y mal promovida. Demy se desmarcó por completo de la polémica entre el actor y los periodistas, y aseguró que el fracaso de su película apenas tenía alguna relación con el éxito del famoso astro.
El 19 de noviembre de 1975 se había estrenado en Estados Unidos One Flew Over the Cuckoo’s Nest, realizada por el checo Milos Forman en ese país, incluida en el lugar número 33 en la lista de las más extraordinarias películas norteamericanas de todos los tiempos, y la única producción hasta la fecha que ganó los cinco premios principales en el Óscar y en el Globo de Oro. Siete años después de este acontecimiento, el filme se estrena en Cuba, impresiona al público y a la prensa por igual, es seleccionado entre los mejores del año, porque finalmente en la isla se comprende a cabalidad la metáfora sobre Estados Unidos a través de la represiva institución para enfermos mentales, además de que todos absolutamente aplaudimos el talento extraordinario de Jack Nicholson en un personaje tragicómico.
Estrenada en Nueva Delhi el 30 de noviembre de 1982, la coproducción indo-británica Gandhi es el paradigma del cine biográfico en esta década. Fue dirigida por el británico sir Richard Attenborough y trata sobre la vida de Mahatma Gandhi (Ben Kingsley), figura central del movimiento de independencia indio y defensor de la no violencia. En los premios Óscar de este año, Gandhi fue la mayor ganadora con las estatuillas a mejor película, director, actor, guion original, montaje, fotografía, dirección de arte y diseño de vestuario. Además, recibió los BAFTA correspondientes a mejor película, director y actor, pero los de mejor guion y montaje fueron para Missing, de Costa-Gavras, y los de mejor fotografía y diseño de producción y de vestuario fueron para Blade Runner, de Ridley Scott. Y ya se sabe que las academias del mundo entero adoran premiar las biografías ennoblecedoras y de tono épico, lo extraño fue que Gandhi se situó como el mayor éxito de taquilla a nivel global después de E. T.

Diciembre
El 12 de diciembre concluía, con la entrega de los premios oficiales, la cuarta edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano. El jurado reconoció con el Gran Premio Coral el renacimiento del cine argentino mediante Tiempo de revancha, de Adolfo Aristarain. El premio especial del jurado fue para Alsino y el Cóndor, mientras que el segundo premio Coral correspondió a una de las cinematográficas más dinámicas de la región en esta época: La boda (Venezuela, Thaelman Urgelles). La primera mención fue también para Argentina por Volver, cuya protagonista Graciela Dufau fue elegida mejor actriz del evento. La segunda mención fue para el filme brasileño India, la hija del sol, de Fábio Barreto, que significó el debut de la luego famosísima Glória Pires. De Brasil también se estrena en salas Ellos no usan smoking, de Leon Hirszman, premiada en la edición anterior del festival y elegida como una de las mejores películas exhibidas en Cuba durante 1982.
Estrenada en Estados Unidos el 17 de diciembre, Tootsie, dirigida por Sydney Pollack, con el protagonismo de Dustin Hoffman y las actuaciones secundarias de Jessica Lange, Teri Garr, Dabney Coleman, Bill Murray y Charles Durning, entre otros, cuenta la historia de un actor talentoso, pero volátil y complicado, que está desempleado y decide retar a todos ganando un empleo en una telenovela disfrazado de mujer. El filme fue adaptado por Larry Gelbart y Murray Schisgal de una historia creada por Gelbart y Don McGuire. Tootsie fue nominada a nueve premios de la academia estadounidense, incluida la categoría de mejor filme, pero solo ganó Jessica Lange como actriz secundaria. En 1998, la Biblioteca del Congreso la catalogó como una obra «cultural, histórica o estéticamente significativa». Su canción tema «It Might Be You», interpretada por Stephen Bishop, fue un hit en Estados Unidos y la película se transformó rápidamente en una de las comedias más exitosas de todos los tiempos. En 1982, Tootsie solo cede en la taquilla norteamericana ante el avance de E. T., y es seguida a gran distancia por An Officer and a Gentleman y Rocky III.
En el último mes del año, exactamente los días 3 y 10, se estrenaron respectivamente Frances y Sophie’s Choice, cuyas actrices protagónicas, Jessica Lange y Meryl Streep, alcanzarían a situarse entre las mejores de la década. El drama biográfico sobre la actriz Frances Farmer fue dirigido por Graeme Clifford (editor de The Postman Always Rings Twice), y le proveyó a Lange la oportunidad no solo de hacer una carrera en serio, sino también de ser considerada una de las grandes actrices norteamericanas de esta década. Sophie’s Choice, escrita, producida y dirigida por Alan J. Pakula, a partir de una novela de William Styron, presenta en el Brooklyn de los años cuarenta a Meryl Streep en el papel de Zofia Zawistowska, una inmigrante polaca con un pasado aciago en su país, acompañada por un tempestuoso amante (extraordinario debut de Kevin Kline) y por un amigo escritor, procedente del sur. El filme recibió cinco nominaciones al Óscar: mejor guion adaptado, mejor fotografía (Néstor Almendros), diseño de vestuario, banda sonora y actriz protagónica, categoría esta última en la que obtuvo la estatuilla.
Aunque se estrenó el 24 de diciembre de 1981 en su país de procedencia, Australia, el éxito mundial de Mad Max II, de George Miller, ocurrió en 1982. El filme relata la anarquía que reina después de un holocausto nuclear, con la gasolina convertida en un privilegio. El aventurero protagonista defiende una colonia de supervivientes que es constantemente atacada por un grupo de violentos guerreros. El Gran Prix del Festival de Avoriaz, especializado en cine fantástico y de ciencia ficción, se entrega en 1982 a Mad Max II, y la primera parte, también dirigida por Miller, ganó en 1979 el premio del jurado en ese mismo festival. En 1982 todavía faltaban años para que se impusieran los efectos de computadora en las escenas de acción, de modo que acrobacias, choques y demás hazañas son reales. Mad Mad II fue seguida por otra secuela, Mad Max, más allá de la cúpula del trueno (1985), y una precuela de la primera entrega de la saga, Mad Max: Fury Road (2014). Además, el filme sirvió de inspiración para juegos de video como Fallout o The Fall: Last Days of Gaia, y para el manga titulado Hokuto no Ken, de Tetsuo Hara y Buronson.

El 25 de diciembre, día de Navidad, Ingmar Bergman entregó a sus compatriotas el más bello regalo que pudieran imaginar los amantes del mejor cine: Fanny y Alexander, un filme autobiográfico que resultó ser el último realizado por el cineasta sueco para la gran pantalla. Tras su estreno en Estocolmo, el mundo entero la disfrutó en 1983, y de golpe el cineasta volvió a ser profeta en su tierra, pues en su país también aplaudieron unánimemente esta historia que se ambienta en el seno de una familia conservadora de Uppsala, y relata la infancia de Alexander, un personaje evidentemente inspirado en vivencias personales del cineasta, tal como había hecho diez años antes Federico Fellini con Amarcord. El más pesimista y escéptico de los grandes cineastas concluía su trabajo para la pantalla grande con una nota de color, esperanza y primor.