Hace cuatro años, Carla Valdés León egresó de la Facultad de Artes de los Medios de Comunicación Audiovisual (FAMCA) del ISA en Cuba. Hace también cuatro años produjo su primer documental, con el que no solo ganó el título de cineasta, sino que cosechó el premio al mejor documental en la Muestra Joven ICAIC de 2017. Días de diciembre exploraba desde su lado más intimista las historias no contadas de soldados cubanos en la guerra de Angola.
Desde entonces la atrapó la documentalística. Por ese mismo ímpetu creador ya había emprendido vuelo a Guadalajara en 2015 para integrar el jurado Mezcal del 30 Festival Internacional de Cine que se realiza en esa ciudad mexicana. Luego, volvió a demostrar su interés por el género con su participación en proyectos internacionales como Debate (2017), 80 destinos y Woman, ambos de 2020, en el rol de asistente de dirección y, más tarde, con la experiencia como realizadora independiente en Dos patrias (2019) y Los puros (2020).
De estas obras, las que dejaron en Valdés mayor impronta fueron Los puros, sobre las memorias de sus padres en la Unión Soviética, y Woman, el documental norteamericano de Yann Arthur Bertrand y Anastasia Mikova, que recoge los testimonios de vida de varias mujeres alrededor del mundo.
Los relatos familiares y la mirada femenina supusieron alicientes para que a la Carla de 27 años no le quedaran dudas de cuáles serían sus próximos proyectos: Ante el camino y La línea del ombligo. En las dos primeras convocatorias del Fondo de Fomento del Cine Cubano, resultó ganadora para el desarrollo de ambos largometrajes documentales, el primero en su fase de escritura y el segundo para su realización como ópera prima.
Ella, junto a otros creadores, protagoniza una condición inédita para el séptimo arte cubano, que otorga financiamiento, por primera vez, a partir de un fondo de la institución, a las mejores obras de artistas independientes y les ofrece la posibilidad de su desarrollo y exhibición en el marco nacional. Una iniciativa que rompe una lanza a favor de la integración y el reconocimiento a la diversidad de fuentes de creación cinematográfica en el país.
¿Por qué decides presentarte al Fondo de Fomento?
Este Fondo no cayó del cielo, fue el resultado de años de propuestas, debates, peleas difíciles del gremio y las instituciones, pues forma parte de una reformulación de cómo hacer y promover cine nacional en este siglo. Entonces, creo que quienes tuviéramos proyectos, ya sea en escritura, desarrollo, producción o posproducción, íbamos a aplicar. Era nuestro derecho conquistado, y la felicidad de aplicar a un fondo nacional para el fomento del cine cubano todo.
Ante el camino aborda una historia de amor y amistad de una pareja que viaja a Bielorrusia luego de 40 años. ¿Cuánto influyeron las experiencias de tus padres en él?
Ante el camino es la historia de amor de mis padres. Es el canto épico, la novela romántica con la que nací y crecí. Ellos se conocieron en la década del ochenta, en Minsk, Bielorrusia (que entonces era una república de la URSS), cuando eran estudiantes de Filosofía. Fueron allá, en gran parte, por la aventura y por las ganas de conocer ese inmenso país.
Mi hermana y yo escuchamos las anécdotas de esos años contadas una y otra vez en las sobremesas familiares, junto a los amigos: los viajes por el mundo socialista, los actos a los héroes de la patria, los amigos cubanos, rusos, nicaragüenses, costarricenses, griegos o alemanes, sus vidas en un albergue de estudiantes. Crecimos con la perplejidad de escucharlos, hablar en un idioma que no entendíamos cada vez que querían decirse algo solo entre ellos. Crecimos escuchándolos hablar de Gilberto, Ibis, Andrei, Svieta, José Álvarez y del tío Matos.
Esta película lleva años desarrollándose sin yo tener conciencia de esto. Cuando en 2018 se reencontraron en Varadero, yo sabía que debía llevar la cámara. Registrar eso que intuía era una historia para ser contada por mí. De ese registro torpe, sin guion previo, atravesado por la emoción de ser parte, salió Los puros, que será presentado en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano en marzo. Este es un primer relato corto de su historia, una prueba con la cámara de cuánto y cómo están dispuestos a darme, a darnos. De ahí nació la idea de volver a Minsk, de construir un relato largo que hilvanara sus recuerdos y mi entendimiento o imaginación sobre ese pasado. Acompañarlos en ese viaje de regreso a la juventud de mis padres. Así como ellos saben que no encontrarán el país que dejaron, yo sé que nunca llegaré a conocer el país que me contaron.
En La línea del ombligo observo, sin embargo, un interés particular por la figura de la mujer. ¿Algunas reminiscencias acaso de los relatos de Woman?
Los árboles genealógicos son el mapa de una familia, sus antepasados y descendientes. Si esta filiación se narra a partir de la sucesión por la línea masculina se le llama «línea de sangre». En cambio, si esta narración tiene como guía los apellidos femeninos, la descendencia con nombre de mujer, entonces se le llama «línea de ombligo».
La línea del ombligo es un proyecto de documental que sentimos (el equipo involucrado ya en él y yo) muy femenino. Pero no es por tratarse de historias de mujeres que solo interesen a las mujeres, sino porque creemos que entra en un espacio y una mirada que sí está y estará atravesada por lo femenino. Queremos hablar de memoria, de nuestra memoria como nación y como familias: registrar el cuerpo de la herencia y todo lo que trae consigo, todo lo que deja en el tejido de un archivo femenino. No solo el cáncer o la pérdida de la memoria son males que sufren y sufrieron mis abuelas, sino que están marcando a una nación.
En este proceso acompaño a mis abuelas en su despedida. En mí también está pasando el tiempo, que es el tiempo de mi país. Las acompaño hasta que ya no pueda acompañarlas más y tenga que inventarme la manera de que ellas me sigan acompañando. Ha sido una urgencia entonces mirarlas, escucharlas como no había hecho antes. Son mis abuelas y son también las mujeres que me hicieron. Como nieta, tengo que estar a su lado y luego tengo que ser por ellas. Como cineasta, se impone el registro.
Es un documental que nace desde lo personal, pero en el proceso ha ganado con la sensibilidad y la sabiduría de las personas que me acompañan hoy: Lisandra López Fabé, su guionista; Lila Falcón, productora; Claudia Ruiz, directora de fotografía; Lilmara Cruz Pavón, editora; Glenda Martínez, sonidista; Alejandro Cuervo, diseñador gráfico; y Pepe Gavilondo en la música original. Cada cual carga con sus ausencias y recuerdos, que vienen de la mano de sus abuelos y abuelas. Entonces, nuestro proyecto yo lo veo como un espacio de sororidad, de grandes preguntas, de memoria, de búsqueda de aquello que puede llamarse «el alma que nos une». Son palabras inmensas, pero son los retos y los tiempos que hemos asumido.
En el caso de este se trata de la producción del proyecto. ¿Cómo se prevé realizar su rodaje?
Este proyecto nació con otro nombre en 2018 en el Haciendo Cine de la Muestra Joven ICAIC. A partir de entonces ha cambiado mucho, y ha tomado la forma que tiene hoy en gran parte gracias a las asesorías recibidas en 2019 en espacios de desarrollo y laboratorio como el Dominican Film Lab, Bolivia Lab y el taller de Caribbean Tales Incubator Workshop Havana. También recibió un apoyo financiero del ICAIC para la etapa de desarrollo que permitió la escritura del guion y la producción de un teaser con el objetivo de continuar en la búsqueda de financiamiento. Ya en diciembre obtuvimos el apoyo del Fondo de Fomento en la modalidad de ópera prima.
Debido al estado de salud de mis abuelas, buena parte del registro que se ha hecho hasta ahora ha sido muy personal. Ya que en muchas ocasiones solo yo con la cámara podía estar con ellas. Mi abuela Martha falleció en octubre. El registro que tengo de ella es una armadura para enfrentar tristezas. Con mi otra abuela he continuado en este proceso de filmarla cada vez que puedo, ella vive en otra provincia y la pandemia nos ha mantenido alejadas durante bastante tiempo.
Este año debemos continuar filmando a mi abuela Nereyda y hacer el rodaje en el Archivo Fílmico, pues la idea es crear una analogía entre la herencia histórica que este recoge de la nación y la memoria viva familiar que resultan las abuelas; ambos, a fin de cuenta, entes que salvaguardan nuestra identidad, de manera que se logre resaltar el valor de la familia como un microcosmos, reflejo y esencia de lo que somos. También usaremos gran cantidad de material de archivo (familiar e institucional) que debemos buscar y digitalizar. A la vez iremos construyendo la película en guion y montaje. Es un proceso en paralelo que haremos con calma y con mucha paz. Espero…
Para Ante el camino cuentas con el financiamiento para el guion. ¿Qué contempla este tipo de fomento?
La categoría de escritura de guion tiene más un formato de beca. Son montos fijos para la escritura del guion, proyecto. En este sentido es un financiamiento que permite realizar la investigación necesaria, acceso a asesorías y la escritura, que toma tiempo y trabajo.
¿Hay alguna condición (además de formar parte del Registro del Creador) que imponga el Fondo para optar por el presupuesto o una vez otorgado? ¿Qué libertades creativas ofrece al realizador?
En cualquiera de sus modalidades convocan a creadores o colectivos de creación y a proyectos de nacionalidad cubana. Esta es la única condición de elegibilidad declarada en la convocatoria del Fondo. En cuanto a contenidos, advierte que no serán elegibles aquellos que fomenten o inciten al odio y la discriminación por raza, edad, religión, ideología, orientación sexual o identidad de género, cuestión que considero necesaria y justa. Fuera de eso, en convocatoria, no hay ninguna otra condicionante.
Una vez obtenido el apoyo, el Fondo de Fomento se mantiene al tanto del recorrido del proyecto y de que la película llegue a buen término. Hasta hoy, el Fondo ha mantenido una estructura bien organizada, transparente y efectiva, con todas las libertades creativas para sus realizadores. No obstante, aun habrá que esperar cómo se desarrolle.
¿Bajo qué concepto autoral está concebido?
El Fondo, por su naturaleza y por la convocatoria que hace y a quienes va dirigida, promueve que se desarrolle y produzca un cine de autor nacional. De autores de cualquier generación y con distintos intereses temáticos, estéticos, políticos —la opción política como actitud militante ante la vida—. Además, muchos de estos creadores han comenzado a hacer cine desde el modelo del cine independiente, que es la mayoría de las veces un cine de autor. Entonces, las películas se harán desde ahí, con esos aprendizajes y esos métodos que hemos conformado en el día a día. Se produjeron películas independientes antes del Fondo; ahora con él se deben hacer muchas más.
¿Cubre ese financiamiento la totalidad del presupuesto necesario para los proyectos?
En el caso del apoyo otorgado a La línea del ombligo para ópera prima, la aplicación indica que se puede otorgar hasta el cien por ciento del financiamiento de la película. Nuestro proyecto recibió el total del presupuesto solicitado al Fondo, lo cual nos alegra mucho, por supuesto. Habría que ver cómo se reordena el presupuesto necesario y el que obtuvimos en esta etapa de unificación monetaria, porque han subido los costos de muchas cosas, además de que estos presupuestos presentados al Fondo se hicieron en CUC. Está por ver cómo se produce este año tan atípico, pero ya tener el fondo es una garantía tremenda. Nos toca, a los beneficiarios, al Fondo de Fomento y a la institución enfrentar este nuevo contexto y lograr producir nuestras películas.
¿Cuánto beneficia el Fondo de Fomento a la consolidación del cine independiente cubano y a la visibilización de narrativas y miradas jóvenes, nuevas?
Creo que el Fondo es esencial para consolidar nuestro cine. Es una estructura que potencia una mayor diversidad de miradas, de historias, de géneros. Así ha funcionado en otros países en los que existe un fondo de fomento y creo que en Cuba debe suceder igual. Todo esto dependerá también de cuánto logre crecer en su convocatoria, espacios de participación y retroalimentación de los procesos, formación y profesionalización del gremio. Nos iremos adaptando a las nuevas realidades económicas y políticas, como siempre hemos hecho, porque lo esencial será seguir haciendo películas. Lo hermoso del Fondo es que sirve como plataforma para un cine joven y también para un cine no tan joven (pensando en la edad de quienes lo hacen y no en sus temáticas). Esto significa que cabremos todos, y no hay mayor fortaleza que la diversidad.
Bella entrevista y maravillosos proyectos y realizaciones de una creadora que nos trae y evoca belleza.
Da gusto leer y esperar para ver realizados proyectos así.
Talentosa muchacha ests Carlita. Le deseo mucho éxito y que logre afinar su sentido artístico. Tiene mucho futuro por delante. Varias generaciones en la familia vienen trabajando para ello. Felicidades a ti, a tus padres y a toda tu familia. Pla
La entrevista desborda sensibilidad, ternura, pero sobre todo permite ver a la Carla talentosa, educada en el amor de sus padres y abuelas, que la hace entregar sus mejores dotes de artista. Mucho éxito en estos y futuros proyectos.