Por estos meses se está conmemorando el aniversario setenta del surgimiento del programa «Cocina al minuto», que creó y condujo por más de cuarenta años esa gran comunicadora que fue Nitza Villapol. Un espacio que alcanzó el mérito de ser el de más larga permanencia, con la misma persona, en la televisión cubana.
Para sumarnos a este homenaje hemos escogido la grabación con la entrevista realizada a Nitza el 25 de enero de 1983 para el documental Con pura magia satisfechos, realizado por Constante Diego, producido por el ICAIC y dedicado a ese emblemático programa.

Nitza Villapol (Nueva York, 1923-La Habana, 1998), hija de emigrantes revolucionarios cubanos, conoció en su urbe natal al escritor cubano Pablo de la Torriente Brau (San Juan, Puerto Rico, 1901-Madrid, 1936), quien le decía a Nitza: «tu mamá cocina al minuto», lo que le dio mucho después el título a su programa. Desde muy joven, Nitza enfermó de poliomielitis, lo que le hizo andar con dificultad. Tras regresar a Cuba, en 1948 se graduó de Pedagogía en la Universidad de La Habana, y al iniciarse la televisión en 1950 le ofrecieron hacer un programa sobre cocina. Así surge «Cocina al minuto» en 1951, que a mediados de los cincuenta adopta como tema musical una de las piezas del documental de Disney El desierto viviente (1953), sobre la fauna del desierto de Arizona.

Constante Rapi Diego (La Habana, 1949-Ciudad de México, 2006), dibujante, escritor y director de cine, comenzó en el ICAIC a mediados de la década del setenta y realizó excelentes documentales de temática cultural, principalmente sobre música. Tuvo a su cargo la dirección de tres largometrajes de ficción: El corazón sobre la tierra (1985), Hoy como ayer (1987) y Mascaró, el cazador americano (1991). Con pura magia satisfechos (título tomado de un poema de su padre, Eliseo Diego) es su penúltimo documental y fue seleccionado entre los filmes más significativos de 1991 y en la selección anual de la crítica.
La actividad de Nitza Villapol, con su ayudante Margot Bacallao, estuvo íntimamente relacionada con una faceta de la vida cotidiana básica, como es la nutrición, pues más que culinario, «Cocina al minuto» era un programa dietista, en el cual se elaboraban además pintorescos platos que pertenecen ya al imaginario popular.

«Cocina al minuto» finalizó en 1997. El aporte de Nitza Villapol a la cultura fue muy significativo, además de decisivo por lo mucho que ayudó a sobrellevar las dificultades en el campo de la alimentación. Por eso es posible afirmar que en Cuba no ha existido un comunicador cuya labor haya tenido tanta ascendencia, lo que la convierte en lo que hoy podría denominarse como una adelantada y positiva influencer.
Pongan atención, en el final de la entrevista, cuando Nitza hace una predicción que en verdad pudiera resultar sorprendente, aún en aquellos años, en una época en que había una situación económica relativamente más holgada.