Joel del Río
La edición número 78 del Festival de Cannes prevé el regreso de algunos de los autores más relevantes del cine contemporáneo. En cuanto a los norteamericanos, figuran en la competencia internacional más importante del cine de autor Wes Anderson, Ari Aster, Richard Linklater y Kelly Reichardt. El idilio del Festival con el mejor cine norteamericano, ese que después suele acaparar posiciones importantes en el Oscar, se confirmó el año pasado, cuando filmes elegidos para la competencia francesa acumularon un total de 31 nominaciones al Oscar y nueve estatuillas, un liderazgo encabezado por la ganadora, primero de la Palma de Oro, y luego de cinco premios de la Academia, Anora, de Sean Baker. En el Festival de 2024 también fueron reconocidas con premios Emilia Pérez y La sustancia (The Substance), que luego suscitaron enorme interés en Estados Unidos. Para remarcar las concomitancias Cannes-Oscar, la representación norteamericana se calcula poderosa.
Descomunales emisarios norteamericanos

Nouvelle Vague, de Richard Linklater, apenas admite dudas respecto a la preferencia de este autor por el cine francés, en tanto se trata de la recreación del rodaje de Sin aliento, dirigida por Jean-Luc Godard en 1959 y devenida piedra angular de la nueva ola francesa. La película fue filmada completamente en París y con actores locales interpretando los papeles de Jean Seberg, Godard, Claude Chabrol, François Truffaut o Agnès Varda. La influencia y el amor de Linklater por el cine francés se percibe, entre muchos detalles, en el verbalismo, a lo Éric Rohmer, de la célebre trilogía Before.

The Phoenician Scheme, de Wes Anderson, es una comedia negra que simula ser un thriller de espionaje. Es una historia de familias privilegiadas, empresarios peculiares, espionaje y herencias que lo complican todo, porque se trata de una historia integrada por muchas otras historias que en algún punto se conectan. Benicio del Toro es el protagonista, e interpreta a uno de los hombres más ricos del mundo, quien también es un aventurero y padre de muchos hijos. The Phoenician Scheme promete el colorido típico del cine de Anderson, los elementos absurdos, las familias disfuncionales, viajes por lugares exóticos y la famosa simetría visual que caracteriza el cine de este autor. Hay también un reparto todos estrellas, donde, además de Del Toro, están Mia Threapleton, Michael Cera, Scarlett Johansson, Tom Hanks y Benedict Cumberbatch.

Eddington, de Ari Aster, es un oeste, género nuevo para este maestro del horror que compite por primera vez en Cannes. El director de Midsommar y Hereditary presenta un thriller sobre una pareja que se ve atrapada en un pequeño pueblo estadounidense tras sufrir una avería de coche, y en el pueblo hay un sheriff en conflicto con la población local a propósito de una pandemia. Protagonizan Joaquin Phoenix, Pedro Pascal y Emma Stone.
The Mastermind, de Kelly Reichardt, es un drama protagonizado por Josh O’Connor y John Magaro y ambientado en la época de la guerra de Vietnam y el mundo de las estafas del mercado del arte. Reichardt es una de las seis directoras elegidas para la competencia, una cuota respetable, pero todavía distante de las reclamaciones declaradas en 2016.

Highest 2 Lowest, de Spike Lee, con Denzel Washington, es un remake del filme El cielo y el infierno (High and Low, 1963), de Akira Kurosawa. En el momento de redactar este trabajo todavía se desconocía si competiría o no, aunque seguramente estará en Cannes de alguna manera. Filmado en Nueva York, y con la participación del fotógrafo Matthew Libatique, Highest 2 Lowest es el nuevo título de un autor que en 2018 ganó el gran premio del jurado por Infiltrado en el KKKlan (BlacKkKlansman), y que fue presidente del jurado en 2021.

Scarlett Johansson debuta en la dirección con Eleanor the Great, que participará en la sección Una Cierta Mirada con June Squibb como protagonista, mientras que Tom Cruise presentará, fuera de competencia, la octava y última entrega de la saga en torno al espía Ethan Hunt, que se titula Misión imposible: Sentencia final (Mission: Impossible – The Final Reckoning), y en Cannes inicia la promoción para lo que será un estreno global el 23 de mayo. En 2022, Cruise viajó al balneario francés a estrenar mundialmente otro filme de similar corte: Top Gun: Maverick.
Anfitriones con amplia representación

Alpha, de Julia Ducournau, permite su regreso a la competencia con una historia que se ambienta en los años ochenta y protagoniza una niña de once años que es rechazada por sus compañeros de aula, porque se rumora que está infectada por una enfermedad terrible, presumiblemente el sida. Ducournau fue la ganadora de la Palma de Oro en 2021 con la muy polémica Titane, que tenía matices de body horror. Para quienes se distancien de la estética extrema de Ducournau, queda en la película la presencia de dos de los mejores intérpretes del cine francés e internacional: Golshifteh Farahani y Tahar Rahim.

Hafsia Herzi, quien recientemente ganó el premio César como mejor actriz en Borgo, de Stéphane Demoustier, ahora ha logrado que su tercer filme como directora, La Petite Dernière, sea elegido para la competencia en Cannes. La película intenta demostrar las convicciones de una mujer de origen obrero en un barrio humilde de Marsella, y muestra todo lo que le ocurre en el orden personal, sentimental, sexual y social cuando se distancia de su contexto originario.

También representa al cine francés el drama criminal Dossier 137, del veterano Dominik Moll, que trabaja esta vez sobre la clave del thriller policial, y trata sobre una inspectora que investiga las consecuencias de una tensa manifestación de los chalecos amarillos donde un joven fue herido por disparos de la policía. Ambientada mayormente en el Departamento de Asuntos Internos de la policía, la película explota el lado humano del asunto, cuando la inspectora descubre que el joven herido es alguien que procede de su pueblo natal.

Fuera de competencia también se estrena el musical Partir un Jour, de Amélie Bonnin, quien ha recibido el honor de convertirse en la primera cineasta debutante cuyo filme asume la responsabilidad de inaugurar el Festival. También estarán fuera de concurso Vida privada (Vie privée), dirigida por Rebecca Zlotowski, que cuenta con Jodie Foster en papel principal, y La venue de l’avenir, de Cédric Klapisch. Y entre las exhibiciones especiales figura el biópic animado La maravillosa vida de Marcel Pagnol (Marcel et Monsieur Pagnol), dirigido por Sylvain Chomet, a quien se debe la fascinante Las trillizas de Belleville (Les Triplettes de Belleville, 2003).
Otras propuestas europeas

Jean-Pierre y Luc Dardenne, el dueto belga ganador en dos oportunidades de la Palma de Oro con Rosetta en 1999 y El niño (L’enfantL) en 2005, proponen otro reajuste al realismo social con Jeunes mères, la historia de cinco mujeres que se criaron en circunstancias difíciles y luchan por tener una vida mejor para ellas y sus hijos en un centro de apoyo a madres jóvenes. Producido, escrito y dirigido por los dos hermanos, Jeunes mères les permite regresar a un Festival que los ama, y donde casi siempre resultan premiados. Por ejemplo, sus dos películas anteriores, El joven Ahmed, de 2019, y Tori y Lokita, de 2022, se llevaron nada menos que el premio a la mejor dirección y el premio especial del jurado, respectivamente.

También regresa con Fuori el italiano Mario Martone, quien compitió antes con El amor molesto (L’amore molesto, 1995) y Nostalgia (2022). Su nueva película se inspira en una novela autobiográfica, L’università di Rebibbia, escrita por la actriz Goliarda Sapienza, quien rememora sus experiencias en la cárcel, y de modo más general, su destino trágico y complicada existencia. Al salir de prisión, la protagonista mantiene relaciones con las mujeres que conoció en prisión, particularmente con una que restaura sus deseos de vivir y escribir. Martone es director de teatro y ópera, guionista y realizador, y seleccionó a Valeria Golino para interpretar a la protagonista de la historia.

El sonido de la caída (In die Sonne schauen), de Mascha Schilinski, que tuvo como título de trabajo «El doctor dice que estaremos bien, pero me siento triste», es el primer filme hablado en alemán que concursa en Cannes en ocho años. La acción se desenvuelve a lo largo de un siglo, y los personajes principales son cuatro muchachas que viven en una granja, en diferentes períodos: en las décadas de 1910, 1940, 1980 y 2020 sus vidas se van interrelacionando hasta que se disuelven las barreras temporales.
Valor sentimental (Sentimental Value), del noruego Joachim Trier, constituye toda una promesa a juzgar por el triunfo mundial de La peor persona del mundo, realizada por el mismo director en 2021 y protagonizada, al igual que el nuevo filme, por Renate Reinsve. Basada en un conflicto filial, la sexta película de Trier incluye en su reparto a Elle Fanning, quien interpreta a una estrella norteamericana de visita en Noruega.

Por primera vez en dieciséis años participan dos películas españolas en la competencia. En 2009 coincidieron Los abrazos rotos, de Pedro Almodóvar, y Mapa de los sonidos de Tokio, de Isabel Coixet, y este año la doble representación está integrada por Romería, la tercera película de la catalana Carla Simon, y Sirat, la cuarta dirigida por el gallego Oliver Laxe. Romería es la tercera parte de una trilogía más o menos autobiográfica que explora los valores familiares y cuenta la historia de los padres de la cineasta, ambos muertos de enfermedades relacionadas con el sida cuando ella era pequeña.

Laxe es un veterano de Cannes. Con su primer largometraje, Todos vosotros sois capitanes (2010), participó en la Quincena de Realizadores y ganó el premio FIPRESCI. Con el segundo, Mimosas, se convirtió en 2016 en el tercer español en hacerse con el gran premio de la Semana de la Crítica. Y con Lo que arde ganó el premio del jurado de la sección Una Cierta Mirada en 2019. Sirat sigue a un hombre (Sergi López), quien llega con su hijo a las áridas montañas del sur de Marruecos buscando a su hija Marina, desaparecida hace meses.
Si el año pasado estuvo en una exhibición especial en Cannes con el documental La invasión (The Invasion) y ganó el premio a la mejor puesta en escena en Una Cierta Mirada con Krótkaya (A Gentle Creature)en 2017 y con Donbass en 2018, el cineasta ucraniano Sergei Loznitsa regresa al festival francés este año con Dos fiscales (Two Prosecutors), que se ambienta en la URSS en 1937, uno de los años en que ocurrieron las grandes purgas estalinistas, y trata sobre un joven fiscal que intenta encontrar la verdad y solo llega al convencimiento de que algo muy terrible está ocurriendo.

Fuera de competencia están el biópic Amrum, la más reciente creación del realizador alemán Fatih Akin, y el drama histórico posholocausto titulado La desaparición de Josef Mengele (The Disappearance of Josef Mengele), del ruso Kirill Serebrennikov. Akin ambienta su filme en la isla de Amrum, en la primavera de 1945. Se basta en hechos reales y cuenta parcialmente la infancia del director, guionista y actor Hark Bohm. Serebrennikov narra, desde el punto de vista del fugitivo, los años de huida del médico nazi Josef Mengele, quien encontró refugio en Sudamérica al final de la Segunda Guerra Mundial.
Avanzada desde América Latina, Asia y África

Entre los nominados a la Palma de Oro también se encuentran el brasileño Kleber Mendonça Filho con el filme detectivesco Agente secreto (O Agente Secreto), nueva revisión del pasado dictatorial en los años setenta a través de la historia de un cuarentón que llega a Recife durante el carnaval en 1977 con la esperanza de empezar una nueva vida con su hijo, pero se siente amenazado de muerte debido a un pasado complejo. Mendonça Filho tiene toda una historia con el Festival, en tanto fue presidente del jurado de la Semana de la Crítica en 2017 y ganó el premio del jurado en 2021 por Bacurau. Agente secreto está protagonizado por el excelente Wagner Moura, de fama mundial por la serie Narcos y las dos partes de Tropa de élite.

La única película japonesa en competencia se titula Renoir y la dirige Chie Hayakawa, quien ya había concursado en Una Cierta Mirada y ganó la Cámara de Oro en 2022 con la tenebrosa ciencia ficción Plan 75, sobre la eutanasia impuesta a las personas mayores. Mucho más amable y sentimental parece, a juzgar por el trailer, Renoir, drama de coming-of-age inspirado en las experiencias juveniles de la directora, ambientadas en los años ochenta en Tokio, y protagonizado por una muchacha de once años cuyo padre está muriendo de cáncer.

Un simple accidente (Un simple accident) es la más reciente propuesta del contestatario director iraní Jafar Panahi, quien conquistó en 2018 el premio al mejor guion con Tres caras, después de que ganara el premio del jurado en Una Cierta Mirada en 2003 con Sangre y oro (Crimson Gold) y la Cámara de Oro en 1995 con El globo blanco (The White Balloon). Contra lo que dice el título de su más reciente película, lo que parece un simple accidente de tráfico escala a consecuencias insospechadas para los personajes.

El egipcio Tarik Saleh entrega el thriller político Las águilas de la república (Eagles of the Republic), tercera parte de su trilogía sobre El Cairo, que se suma a las ya conocidas The Nile Hilton Incident (2017) y Boy from Heaven, que ganó el premio al mejor guion en Cannes 2022. Con un argumento que discurre sobre el fondo de la industria cinematográfica egipcia, Las águilas de la república sigue al actor más famoso del país, George Fahmy, quien es presionado para que aparezca en una película de propaganda financiada por el Estado. Mientras hace la película, el actor coloca su vida y su carrera en riesgo cuando tiene un romance con la esposa de un general.

El realizador sudafricano Oliver Hermanus (Moffie, 2019) debuta en la competencia oficial de Cannes con The History of Sound, un drama gay romántico ambientado en la Primera Guerra Mundial, con las actuaciones de Paul Mescal y Josh O’Connor (que aparece también en el elenco de la mencionada The Mastermind). Ellos interpretan a dos hombres que viajan por el estado de Maine grabando piezas de músicos folclóricos.

En otras secciones del evento hay también películas latinoamericanas. En Una Cierta Mirada compite La mirada misteriosa del flamenco, primer largometraje escrito y dirigido por el chileno Diego Céspedes. Se ambienta a principios de los años ochenta en el desierto chileno, donde vive una niña de once años junto a una amorosa familia queer, marginada en un polvoriento pueblo minero. La niña quiere vengarse, y así se enfrenta a la violencia, el miedo y el odio. Céspedes había realizado dos cortometrajes que también participaron en el festival galo: El verano del león eléctrico (2018), ganadora del primer premio de Cinéfondation, y Las criaturas que se derriten bajo el sol (2022), proyectada en la Semana de la Crítica.

En la sección Cannes Première se estrenará el musical cargado políticamente, y de tema feminista, La ola, que dirige el chileno Sebastián Lelio, protagoniza Daniela López y cuenta la historia de Julia, una estudiante de música que se involucra en el movimiento feminista universitario, y a medida que gana protagonismo se enfrenta a su historia personal como sobreviviente en una sociedad que clama por cambios, pero se resiste al verdadero progreso. La ola marca el esperado regreso de Lelio al cine chileno, al que propulsó internacionalmente con filmes como Una mujer fantástica (2017).