Solo pretendíamos hacer un saludo, una señal o un gesto de afecto, pero nunca hubiéramos pretendido que la grabación anterior se convirtiera, por obra fatal del destino, en un homenaje final, en una entrañable despedida. A Enrique volvemos otra vez ―esta grabación habíamos pensado publicarla en el futuro, buscando la necesaria variedad―, porque deseamos, en estas irremediables circunstancias, hacer más inmediato nuestro tributo.
En la década del setenta llegó a mí esta grabación del noticiero de la CMQ, en la cual Germán Pinelli (1907-1996), en su sección «La entrevista de hoy», dialogaba con Enrique Pineda Barnet con motivo del premio Alfonso Hernández Catá que este acababa de recibir por su cuento «Y más allá de la brisa». Inmediatamente se lo comenté a Enrique, pero me sorprendió al confesarme que se había olvidado completamente de aquella entrevista y mucho más de que existía una grabación.

El premio Hernández Catá de cuentos era el más prestigioso del país. Una relación de los primeros en obtenerlo convence de esta aseveración: Lino Novás Calvo, Carlos Montenegro, Onelio Jorge Cardoso. Según el propio autor, entre los concursantes de ese año, 1953, estaba Guillermo Cabrera Infante. Pero hay otro elemento a favor de Pineda: tenía diecinueve años al recibirlo, lo que lo convirtió en el más joven de los galardonados en la historia del premio.
El presentador y periodista Germán Pinelli, otro polifacético, que se había iniciado como cantante, considerado por muchos como el mejor locutor cubano de todos los tiempos, condujo programas de los más diversos géneros. Desde mediados de los años cuarenta hizo los programas «La entrevista de hoy» y «Habla Pinelli», como parte del noticiero de la emisora radial CMQ, ya en ese momento la principal del país, donde entrevistó a las más importantes figuras de la política y la cultura de cada época.
Pero oigamos este intercambio entre el experimentado hombre de la radio, y en ese momento también de la televisión, y el muy joven escritor, que nos lleva con una sutil representación al espíritu de la época.